Los Misterios Dolorosos del Santo Rosario son los terceros en la lista se rezos, se rezan después de los Misterios Gozosos (en los que se anuncia el nacimiento de Jesús y se relata su infancia) y de los Misterios Luminosos (vida pública de Cristo).
Describen lo que fue la pasión del Cristo, desde Getsemaní hasta su llegada al Santo Sepulcro. Luego de ellos, se rezan los Misterios Gloriosos en los que se aborda su Santa Resurrección.
El papa Juan Pablo II en el año 2002 instauró los Misterios Luminosos, por lo que los días designados para recitar y meditar los Misterios Dolorosos del Rosario son el martes y el viernes.
Antes de leer y analizar los Misterios Dolorosos, debes saber cómo rezar el Santo Rosario, para ello sigue los pasos que más adelante compartimos contigo.
Misterios Dolorosos (martes y viernes)
“Dios mío, ven en mi auxilio. Señor, date prisa en socorrerme.”
Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Una vez enunciado el Misterio correspondiente y haberlo reflexionado, se debe rezar 1 Padre nuestro, 10 Avemarías y un Gloria al Padre. Repetir con todos los Misterios. Al finalizar el Rosario, recita la Letanía Lauretana o alguna otra oración para después del Rosario como alguna Mariana.
A continuación, comparto contigo los 5 Misterios Dolorosos, ten presente que al inicio de cada uno de los misterios encontrarás la denominación que reciben en latín.
Primer Misterio Doloroso: La oración en el Huerto
«Entonces Jesús fue con ellos a un huerto, llamado Getsemaní, y dijo a sus discípulos: «Sentaos aquí mientras voy a orar». Y tomando consigo a Pedro y a los dos hijos de Zebedeo, comenzó a sentir tristeza y angustia. Entonces les dijo: «Mi alma está triste hasta el punto de morir; quedaos aquí y velad conmigo». Y adelantándose un poco, cayó rostro en tierra, y suplicaba así: «Padre mío, si es posible, que pase de mí esta copa, pero no sea como yo quiero, sino como quieras tú»» (Mt 26, 36-39).
«Este combate y esta victoria sólo son posibles con la oración. Por medio de su oración, Jesús es vencedor del Tentador, desde el principio y en el último combate de su agonía»
Reflexionar y meditar, luego rezar un Padrenuestro, diez Avemarías y un Gloria.
Segundo Misterio Doloroso: La flagelación de Jesús atado a la columna
«Pilato entonces tomó a Jesús y mandó azotarle. Los soldados trenzaron una corona de espinas, se la pusieron en la cabeza y le vistieron un manto de púrpura; y, acercándose a él, le decían: «Salve, Rey de los judíos». Y le daban bofetadas» (Jn 19,1-3).
«Los padecimientos de Jesús han tomado una forma histórica concreta por el hecho de haber sido «reprobado por los ancianos, los sumos sacerdotes y los escribas» (Mc 8, 31), que lo «entregaron a los gentiles, para burlarse de él, azotarle y crucificarle» (Mt, 20, 19)» (CIC, 572).
Reflexionar y meditar, luego rezar un Padrenuestro, diez Avemarías y un Gloria.
Tercer Misterio Doloroso: La coronación de espinas
«Entonces los soldados del procurador llevaron consigo a Jesús al pretorio y reunieron alrededor de él a toda la cohorte. Lo desnudaron y le echaron encima un manto púrpura y, trenzando una corona de espinas, se la pusieron sobre la cabeza, y en su mano derecha una caña, y doblando la rodilla delante de él, le hacían burla diciendo: «Salve, Rey de los judíos»». (Mt 27, 27-29)
«El amor hasta el extremo es el que confiere su valor de redención y de reparación, de expiación y de satisfacción al sacrificio de Cristo. Nos ha conocido y amado a todos en la ofrenda de su vida» (CIC, 616).
Reflexionar y meditar, luego rezar un Padrenuestro, diez Avemarías y un Gloria.
Cuarto Misterio Doloroso: Jesús con la Cruz a cuestas camino del Calvario
«Y obligaron a uno que pasaba, a Simón de Cirene, que volvía del campo, el padre de Alejandro y de Rufo, a que llevara su cruz. Lo condujeron al lugar del Gólgota, que quiere decir de la «Calavera»» (Mc 15, 21-22).
Reflexionar y meditar, luego rezar un Padrenuestro, diez Avemarías y un Gloria.
Quinto Misterio Doloroso: La crucifixión y muerte de Jesús
Llegados al lugar llamado «La Calavera», le crucificaron allí a él y a los dos malhechores, uno a la derecha y otro a la izquierda. Jesús decía: «Padre, perdónales, porque no saben lo que hacen»… Era ya eso de medio día cuando, al eclipsarse el sol, hubo oscuridad en toda la tierra hasta la media tarde. El velo del Santuario se rasgó por medio y Jesús, dando un fuerte grito dijo: «Padre, en tus manos pongo mi espíritu» y dicho esto, expiró (Lc. 23, 33-46).
Reflexionar y meditar, luego rezar un Padrenuestro, diez Avemarías y un Gloria.
Pregunta Frecuentes
¿Cuáles son los 5 Misterios Dolorosos?
- La oración en el Huerto, agonía de Jesús en Getsemaní (Agonia in Hortu)
- La flagelación de Jesús atado a la columna (Flagellatio)
- La coronación de espinas (Corona spinea)
- Jesús con la cruz a cuestas camino del Calvario (Baiulatio Crucis)
- La crucifixión y muerte de Jesús (Crucifixio et mors)
¿Cuándo se rezan?
Se rezan los días martes y viernes después de los misterios luminosos.
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