Conocidos y amigos hay muchos, pero familia solo tenemos una y nos la ha asignado Dios, y a pesar de que en algunas ocasiones hay discusiones y malentendidos, en los momentos más inciertos o duros son nuestro verdadero y más real refugio y apoyo, el que necesitamos para seguir construyendo unas bases fuertes y seguir avanzando en la vida.
Aprender a orar y hacerlo de la mano de nuestros seres amados, es una buena manera de inculcar valores fundamentales y limpiar la energía en el hogar. El hecho de que los hijos vean a los padres hacerlo, los ayudará a que en un futuro puedan confiar más en Dios y en ellos, recordándole el ejemplo a seguir cuando atraviesen dificultades.
En la familia recae una fuerte importancia espiritual, ya que se encuentra en el principal plan de Dios, es por ello que estas tienden a ser atacadas por malas energías y entidades que repercuten en su estabilidad. Por tal motivo, protejamos espiritualmente nuestro hogar y familiares desde lo más dentro, ¿Cómo hacerlo? Pues a continuación te mostraremos unas oraciones efectivas y poderosas.
Oraciones para la familia y el hogar
Dios es el creador de las familias, teniendo como referencia a la sagrada familia que todos conocemos, conformada por San José, la Virgen María y el pequeño niño Jesús, es por este motivo que podemos estar seguros de que, si pedimos con fe, y oramos con el alma, podremos conseguir la protección y bendiciones necesarias para aquellas personas a quien más amamos.
Lo realmente valeroso es que te sumerjas en la oración, con actitud de gratitud, alegría y con plena confianza en nuestro Dios, siempre realizando acciones que contribuyan a la paz y estabilidad en el hogar.
Oración para pedir a Dios proteger a la familia
Si en casa últimamente se presentan discusiones constantes (bien sea por dinero, molestias o cualquier otra razón), reza con mucha atención y junta tus manos con mucha fe para rogar a Dios que esto se detenga y la paz reine en cada rincón de tu hogar.
¡Dios Padre!, en tu santo nombre y por los méritos de la sangre de tu hijo Jesús, vengo a pedirte en este momento de este bello día, que tu poderoso brazo cuide de todos los miembros de mi familia, para que en mi hogar se aclame tu nombre, y pueda tu espíritu santo, morar en mi corazón y en los corazones de cada uno de los integrantes, haciéndonos mejores hijos y podamos de esta forma, dar frutos, haciendo las obras que necesitas que hagamos de acuerdo a tu voluntad.
Que en nuestra casa, nuestras acciones y palabras sean edificantes, que nuestra conducta y lengua sean para dar vida, que nos entendamos los unos con los otros, reinando el amor y la armonía en cada uno de nuestros días.
Que sea tu palabra y bendiciones las que nos guíen, quitando espacio a la pereza, vicios, altanería, engaños y chismes, sino, que juntos y felices, vivamos luchando, trabajando, ahorrando, mejorando y viviendo cada uno de nuestros días en alegría y gratitud por las bondades que con amor nos concedes.
Te doy gracias en el nombre de toda mis seres amados, por cada una de las bendiciones que tenemos y sabemos, y por cada una de los milagros que haces día a día, aun cuando no llegamos a notarlos, pero que nos sostienen, confiando siempre en que me escuchas. Por los méritos de tu hijo Nuestro Señor Jesucristo, ¡Amén!
Asegúrate de repetir esta oración todas las veces que puedas, depositando la esperanza entera en la mejora de la confianza y el entendimiento entre los miembros de tu familia. Recuerda también pedir por aquellas familias que requieren de protección y más cercanía Dios en su núcleo.
Oración para bendecir a la familia de todo mal
Es importante que esta oración la recen todos los miembros de la familia juntos y de la mano, además, cada palabra emitida debe salir desde la profundidad del corazón, para que así, sea mucho más poderosa y llena de amor hacia Nuestro Dios.
¡Amado Dios! Antes que nada no puedo sino agradecerte por las bendiciones que día tras día derramas sobre mi familia, iluminas nuestro andar y con tu palabra santificas y direccionas cada paso que damos. Nos mantienes unidos en un mismo abrazo, bajo la sombra de tu protección y cuidándonos con tu presencia mediante la fe gigantesca que inunda nuestra alma.
Te rogamos Señor, ¡Nunca separes tu vista de nuestro hogar y siempre mantén nuestros corazones cerca del tuyo! A cada minuto que pasa, envía a los ángeles guardianes a rodear esta casa y que así, se aleje todo mal de ella, que por el contrario, se acerquen las virtudes y bondades que tú nos has enseñado: la caridad, la esperanza, la sinceridad, la humildad, la obediencia, y sobre todo, la paciencia ante las adversidades que acechan nuestra vida.
Haz que la oración incesante nos haga partícipes de tu milagrosa influencia sobre el alma de cada uno de nosotros, y así pues, al estar en presencia de desacuerdos y momentos difíciles, de la mano del Espíritu Santo, podamos luchar contra nuestros impulsos y malas acciones, tal y como nos has enseñado con el amor, el perdón y la comprensión infinita que tienes por nosotros.
Agradecemos con fervor la armonía y la salud de la familia, el abrazo de mamá, el calor y protección de papá, la compañía infalible de los hermanos y la hermosa unión con cada uno de los parientes. Mediante tu Santo Espíritu, haz que en cada familia separada del mundo, sea restaurado el lazo que los une y la confianza sea parte de ellos nuevamente, sana sus corazones y reparte tu eterno amor sobre sus almas.
Te suplicamos que nos perdones por cada acción incorrecta, palabra mal dicha y esos gestos errados que en medio de conflictos, la ira colmada en nuestro interior nos hace cometer, de igual forma, pedimos perdón por nuestros pecados y nos arrepentimos de ellos. Confiérenos tu compasión y tu guía para comprender a los demás, tal y como Jesucristo lo hizo con nosotros.
Señor Padre Creador, tu más que nadie sabes lo que acecha nuestro cuerpo, mente y alma, ayúdanos a sanar y a mantenernos cada día de la mano, no permitas que nos desviemos del camino y enséñanos a transitar el camino correcto como seres humanos y como familia que cree plenamente en ti. Te pedimos bendícenos siempre en el nombre de Jesús. Amén.